Cuando Angelia Jolie tenía 15 años contrató a un sicario para que la asesinara. Era una adolescente extremadamente bella, salvaje y desafiante, pero tenía corazón. Por eso no quería recurrir al suicidio, porque lo último que deseaba era dejar desolados a los suyos pensando que no habían sido capaces de comprenderla, de ayudarla. Afortunadamente para ella aquel verdugo ejerció de psicólogo cuando le dijo que se lo pensara dos veces. En el 46 cumpleaños de la actriz (4 de junio), puede que a muchos, incluso a ella, les entren ganas de encontrar a ese mercenario de la muerte para darle las gracias.
Angelina nació una soleada mañana de Los Angeles, fruto de la relación de los actores Marcheline Bertrand y Jon Voight. Llegó al mundo con todos los privilegios de su condición de ‘hija de’, pero apenas empezó a caminar su destino se torció: su madre decidió separarse del protagonista de Cowboy de medianoche porque no aguantaba una infidelidad más. Lo que Angelina nunca le ha perdonado a su progenitor no es que disfrutara de la vida como un soltero más, sino que desapareciera de la suya en esos primeros años provocando en ella un sentimiento de abandono absoluto. A los 8 años comenzó a autolesionarse y años después llegarían los ingresos en hospitales psiquiátricos. Ya de adulta reconoció que el dolor que sentía al cortarse le proporcionaba una sensación liberadora que consideraba incluso terapéutica. Repasando ahora las imágenes de aquella época parece mentira que tras esa cara de ángel se escondiera un desprecio hacia sí misma tan profundo.
Drogas, alcohol y desenfreno sexual llegaron con la efervescente adolescencia. También sus primeros trabajos como modelo, apariciones en videoclips de músicos y rockeros de renombre y ese primer papel protagonista en el cine en una película de bajo presupuesto titulada Cyborg 2. El resto de la historia nos la sabemos de memoria porque su vida nos ha llegado desde entonces por fascículos, como sus películas, desde Inocencia interrumpida por la que se llevó el Oscar y el Globo de Oro, a Lara Croft: Tomb Raider, la cinta que le cambió la vida. Rodada en Camboya fue allí donde se despertó su instinto maternal al visitar varios orfanatos, donde adoptó a su primer hijo, Maddox, y donde inició su loable labor humanitaria. Sr. y Sra. Smith (fue aquí cuando se enamoró de Brad Pitt), El Intercambio, Maléfica y algunos trabajos detrás de la cámara como directora respaldan a una de las estrellas más respetadas y mejor pagadas de Hollywood. Esta es la historia con final feliz de una niña rota que supo recomponer su destino y que pronto veremos en el papel de heroína en una nueva producción de Marvel, Eternals. Si no puedes esperar, aún está en cines su último thriller Aquellos que desean mi muerte.

Angelina fue una adolescente difícil. De adulta ha reconocido que fue una niña mala que pegaba a sus compañeros y maltrataba a sus mascotas. Hoy sin embargo es una de las embajadoras más activas de la ONU.

En el colegio sus compañeros se reían de ella porque era demasiado delgada y llevaba aparato en los dientes.
Angelina Jolie protagonizó videoclips musicales para Meat Loaf, Lemonheads y The Rolling Stones.



